miércoles, 16 de enero de 2013

Sex, drugs & rock n´ roll



Una generación sin objetivos, una generación bailando en las tinieblas, una generación navegando sin rumbo bajo el azote de una tempestad que parece no querer amainar. ¿Acaso cayó en el olvido aquella máxima que rigió la vida de antiguas generaciones, que decía algo así como “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”? Con permiso de Lemmy, claro. Haciéndome esa pregunta llego a una conclusión, hubo una tragedia mayor que la muerte de James Dean, y es la desaparición de su espíritu.
Ya no hay rebeldes sin causa, o con ella. El nuevo siglo nos ha traído un estado de confortable adormecimiento en el que parecemos sentirnos bien, en calma. Vivir despacio, en silencio, en espera de lo inexorable. Vivir sin principios ni motivaciones, sin un ideal que guíe nuestro pedregoso camino, sin reivindicar nuestra existencia.
Y los que aún sentimos, ¿estamos condenados a vivir en una nostalgia autocomplaciente? Antaño, la música inspiraba al corazón más conformista, pero hablando con gran pesar, ya no habrá más bandas ensalzando su generación, cantando poesía sobre escaleras al cielo o haciendo llamamientos desde la veleidosa Londres. Ahora hemos sustituido todo eso por ruido, que crea el ambiente propicio para poder regocijarnos en nuestra decadencia, en nuestro merecido ocaso. Parece ser cierto que la paz y la satisfacción de las necesidades materiales aniquilan el espíritu del joven con más ímpetu. ¿Es siempre necesaria una situación extrema para descubrir nuestra fuerza y vigor?
¿Necesita mi generación un nuevo líder pasional como Churchill pidiendo sangre, sudor y lágrimas, para que no pasemos por el mundo en el anonimato más absoluto? Vivimos en la oscuridad de una noche sin estrellas, sin que en el horizonte se vislumbre la llegada del alba. Llevamos en coma inducido tanto tiempo que si algún día queremos despertar de nuestro letargo quizá sea demasiado tarde.
Nietzsche escribió en cierta ocasión que algunos autores nacen póstumos, en referencia a sí mismo, ¿Es posible que yo haya nacido tardíamente?

3 comentarios:

  1. simplemente perfecto!
    ¿cuándo volveremos a leer una de tus publicaciones?

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  2. ¡Joder! muy bueno, en serio, me ha gustado mucho, excepto la cita a Churchill, no me gusta ese tío, no sé porqué.

    Un abrazo.

    ¡Y que viva Led Zeppelin!, como diría Otto, el conductor.

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    Respuestas
    1. Gracias por el comentario y me alegro que te haya gustado. Tras leer tu blog tenía cierto interés en conocer tu opinión.
      http://www.youtube.com/watch?v=c2PYqSOA-Jc

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